Solera. ‘La extorsión en el gimnasio era la mafia’

Confirmado agravante de Mario Timbrato y Enrico Palomo: hombres del clan Casalesi aterrorizaron a la víctima

Solera. Una asociación que operó de forma abierta «mafiosa» y explotó su poder disruptivo para asegurar el beneficio de todos los participantes. Las palabras utilizadas por el Tribunal de Casación al rechazar el recurso de casación de Mario Timbrato, de Módena, de 51 años, y Enrico Palomo, de Bomborto, de 34, son muy duras. Están relacionados con el clan Casalesi y gracias al poder del nombre también pudieron someter al gerente del gimnasio.

La historia ya se conoce y se remonta a la primavera de 2014: Palummo logró apoderarse de un BMW X5 tras amenazas al director de actividades deportivas: “Terminaste a menos de dos metros del suelo”, la sentencia pronunciada durante el juicio que desembocó en la extorsión. En el que también participa Timbrato, uno de los predicadores más famosos de la región de Módena, que siempre es considerado un hombre de confianza y muy cercano a la cima del clan. «A Timbrato le gustó particularmente, reformuló a los magistrados de la Corte Suprema, por el papel autocrático que había mostrado, en el patrón habitual de aplicación de la mafia».

De hecho, el hombre de 51 años no es beneficiario de extorsiones ni siquiera del regateo de algunos cheques, pero sigue siendo él quien hace valer su poder intimidatorio gracias a su «actitud intimidatoria abierta y reiterada». Así BMW fue entregada por el empresario a Palummo «porque advirtió que estaba vinculada a un bloque delincuente más amplio, también bien representado por la promoción de una presencia moderada, que en ocasiones anteriores ciertamente contribuyó a colocar a la víctima en un estado de sumisión». al yugo de la extorsión «.

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A la luz de todas estas valoraciones, la Corte Suprema confirmó las condenas que ya habían aparecido en apelación: 12 en total contra 14 en primera instancia gracias a un «descuento» de la fusión de delitos.

Pero con el tiempo, Timbrato y Palomo, tío y sobrino, siguieron haciendo que la pareja estuviera en prisión. Su papel es tan famoso que terminaron en juicio tras el controvertido asalto al «spesino» que tuvo lugar en la prisión de Dosa en Bolonia. Según el penitente de la ‘Ndrangheta, Pino Giglio, los dos fueron comisionados desde Campania por Gianluigi Sarcon y Sergio Bolognino, entre los líderes de la’ Ndrangheta emiliana, para dar una lección a un recluso sobre la distribución de víveres a otros presos. De esta acusación, Timbrato y Palomo siempre han dicho que son inocentes, pero lo que se ha revelado confirma un eje inusual entre las dos organizaciones que ha continuado al menos desde el terremoto cuando la ‘Ndrangheta y Casalesi optaron por no competir.

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