Según estadísticas publicadas por la Agencia de las Naciones Unidas para la Migración, la frontera entre Estados Unidos y México es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Se han confirmado 686 muertes y misteriosas desapariciones en 2022Organización internacional de migración (IOM), y el número puede ser mayor debido a la falta de datos, incluidos los de las Oficinas del Médico Forense del Distrito Fronterizo de Texas y la Agencia Mexicana de Búsqueda y Rescate.
Según los funcionarios fronterizos, cientos de muertes se atribuyeron al desierto, con sus valles y montañas llenos de cactus, así como a golpes de calor en verano e hipotermia en invierno. Algunos cadáveres no fueron encontrados. El portavoz de la OIM, Paul Dillon, dijo que las cifras registradas «representan las estimaciones más bajas disponibles». «Las alarmantes estadísticas son un claro recordatorio de la necesidad de tomar medidas decisivas para crear vías regulares de migración legal», dijo Dillon.
El número de muertes y desapariciones documentadas por la OIM en la frontera (particularmente relacionadas con el cruce de los desiertos de Sonora y Chihuahua) representa casi la mitad de los 1.457 casos registrados en Estados Unidos el año pasado. De hecho, 2022 fue el peor año desde que la OIM lanzó el Programa de Migrantes Desaparecidos (MMP) en 2014: 350 muertes documentadas en 2022, 245 en 2021 y menos de las 170 registradas en años anteriores.
«Una de las tendencias más preocupantes que está surgiendo en el continente es el aumento de las muertes a lo largo de las rutas migratorias en el Caribe», añadió el portavoz. La mayoría de los muertos en esas rutas eran de República Dominicana, Haití y Cuba.
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