Desde que entramos en la década de 1980, el Ártico ha sufrido una pérdida del 25% de su capacidad de enfriamiento, debido a una menor cantidad de hielo marino y una menor reflectividad. Este fenómeno ha provocado una disminución global de la capacidad de refrigeración de hasta un 15%. Al analizar datos satelitales sobre la cobertura de nubes y la radiación solarreflejada en el hielo marino entre 1980 y 2023, investigadores de la Universidad de Michigan descubrieron que el porcentaje de disminución La capacidad de enfriamiento del hielo marino es aproximadamente el doble de la disminución porcentual del área promedio anual de hielo marino, tanto en el Ártico como en la Antártida.
Mark Flanner, profesor y autor principal del estudio publicado en Geophysical Research Letters, destacó cómo, gracias a un largo período de recopilación de datos satelitales, ahora es posible estimar la retroalimentación climática del hielo marino utilizando mediciones reales. En imágenes de satélite, como las tomadas por el satélite Terra, las masas de hielo aparecen como remolinos blancos frente a la costa de Groenlandia. A medida que el hielo se adelgaza y se oscurece, refleja menos luz solar, lo que acelera el calentamiento global.
Desde 1980, el Ártico ha experimentado las disminuciones más grandes y consistentes en la capacidad de enfriamiento del hielo marino, mientras que la Antártida parecía más resistente hasta 2016. En ese año, un área más grande que el estado de Texas se derritió en una de las plataformas de hielo más grandes del continente. y desde entonces, la capacidad de refrigeración de la Antártida nunca se ha recuperado. En los últimos siete años, el efecto de enfriamiento global del hielo marino ha sido el más débil desde principios de los años 1980.
Además de disminuir la capa de hielo, el hielo restante se ha vuelto menos reflectante debido al aumento de las temperaturas y las precipitaciones, lo que crea hielo más fino y húmedo y estanques derretidos que reflejan menos radiación solar. Este efecto fue más pronunciado en el Ártico, donde el hielo marino se volvió menos reflectante en las épocas soleadas del año. El nuevo estudio sugiere que este también puede ser un factor importante en la Antártida.
Los cambios en el hielo marino de la Antártida desde 1980 han aumentado en un 40% las reacciones de calentamiento derivadas de la pérdida de hielo. Alisher Dosbaev, estudiante de doctorado en física y primer autor del estudio, destacó cómo no tener en cuenta este cambio en el forzamiento radiativo del hielo marino antártico podría significar perder una porción significativa de la absorción de energía global total.
El equipo de investigación espera proporcionar sus estimaciones actualizadas sobre la capacidad de enfriamiento del hielo marino y comentarios meteorológicos al resto de la comunidad científica a través de un sitio web que se actualiza con nuevos datos satelitales. Los planes de adaptación al cambio climático deben incorporar estas nuevas cifras para calcular qué tan rápido y amplio serán los impactos de la pérdida global de enfriamiento criosférico, dijo Ako Rihila, profesor investigador del Instituto Meteorológico Finlandés y coautor del estudio. Sistema meteorológico global.
El estudio, titulado “Forzamiento radiativo del hielo marino en la Tierra de 1980 a 2023”, se publicó en la revista Geophysical Research Letters y fue financiado por la Escuela de Graduados Rackham de la Universidad de Michigan y el Consejo de Investigación de Finlandia.