El número de muertos en la estampida que se produjo después de una reunión religiosa hindú en el norte de la India alcanzó al menos 116 personas: así lo anunciaron funcionarios del gobierno, que consideraron que se trataba de la peor tragedia de este tipo en más de diez años. Una gran multitud se había reunido cerca de la ciudad de Hathras para escuchar el sermón de un conocido predicador, pero mientras regresaban a sus hogares, fueron golpeados por una tormenta de arena, provocando un estado de pánico. Muchos creyentes cayeron unos sobre otros y fueron aplastados o pisoteados, y otros cayeron en una zanja de drenaje en medio del caos. Parece que el número de personas que asistieron a la reunión fue mayor de lo permitido, según el alto funcionario de policía Shalabh Mathur.
Las congregaciones religiosas en la India tienen un pobre historial de muertes causadas por la mala gestión de las personas que asisten a eventos y fallas de seguridad. Al menos 112 personas murieron en 2016 en una gran explosión provocada por un espectáculo de fuegos artificiales prohibido en un templo que celebraba el Año Nuevo hindú. La explosión destruyó edificios de hormigón y provocó un incendio en un complejo de templos en Kerala, donde se habían reunido miles de personas.
Otros 115 devotos fueron asesinados en 2013 en una multitud en un puente cerca de un templo en Madhya Pradesh. Hasta 400.000 personas se concentraron en la zona y comenzaron el viaje después de que se extendieran los rumores sobre el inminente colapso del puente. Pero en 2008, 224 peregrinos murieron y más de 400 resultaron heridos en una estampida en un templo en la cima de una colina en la ciudad norteña de Jodhpur.
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