Durante el embarazo, las hormonas instan al cerebro femenino a reorganizar sus conexiones en preparación para afrontar la maternidad: así lo demuestra un estudio con ratones publicado en la revista Science y realizado por investigadores del Instituto Francis Crick de Londres, que plantearon una analogía similar. Mecanismo incluso en el cerebro humano. En sus experimentos, los investigadores observaron que la voluntad de cuidar a la descendencia surge en las hembras de ratones ya en las etapas finales del embarazo, antes de dar a luz y dar a luz a las crías. Este cambio es provocado por las hormonas estrógeno y progesterona, que actúan sobre un pequeño grupo de neuronas ubicadas en el área preóptica medial del hipotálamo. En particular, el estrógeno reduce la actividad basal de las células nerviosas al aumentar su excitabilidad, mientras que la progesterona modifica su «cableado» al reclutar más conexiones nerviosas (sinapsis). Algunos cambios cerebrales duran aproximadamente un mes después del nacimiento, mientras que otros son permanentes. Cuando los investigadores hicieron que las neuronas del hipotálamo fueran insensibles a las hormonas, las ratonas no desarrollaron un comportamiento parental, ni durante el embarazo ni después del nacimiento. «Sabemos que el cuerpo femenino cambia durante el embarazo en preparación para la crianza de los hijos: un ejemplo es la producción de leche, que comienza mucho antes del nacimiento», explica Johnny Cole, uno de los coordinadores del estudio. «Nuestra investigación muestra que tales preparaciones también ocurren en el cerebro. Creemos que estos cambios provocan un cambio en las prioridades: las hembras vírgenes se centran en el apareamiento, por lo que no necesitan responder a las crías de otras hembras, mientras que las madres tienen que hacerlo entonces.» «Exhibir un fuerte comportamiento parental para garantizar que los cachorros sobrevivan. Lo sorprendente es que este cambio no ocurre al nacer: el cerebro se prepara para este importante cambio de vida mucho antes».
© Todos los derechos reservados
«Escritora exasperantemente humilde. Empollón devoto del café. Comunicador. Especialista en redes sociales».