La pandemia ha sido global y la recuperación será global: ¿qué mano de obra sustentará la competitividad de nuestro país? La participación de las jóvenes es más necesaria que nunca, y si son graduadas mejor que nunca. La composición demográfica de la población y del empleo no facilita el cambio: nuestros jóvenes son pocos, y esos pocos ni siquiera son graduados, y los que no encajan en los puestos más altos del sistema económico. ¿Quién apoyará el proceso de innovación en las empresas?
La proporción de jóvenes (15-34) del total de ocupados (15-64) en Italia es la más baja entre los 39 países de la OCDE: 22% frente al 34% de la media, con países que superan el 40% como Turquía, México y Colombia . La escasez de nuevas contrataciones se aplica a ambos sexos, pero afecta más al componente femenino porque en Italia solo la mitad de las mujeres trabajan entre 25 y 34 años (52%), frente al 66% de la media de la OCDE, y con otros países. Como Alemania, el Reino Unido y los Países Bajos, donde la participación superó el 80%.
Jóvenes (25-34) con muy baja puntuación: ni siquiera llegar al 30%, frente al 46% de la media de la OCDE; Solo México tiene menos que nosotros, y todos los demás países nos ganan, incluidos Colombia, Chile, Turquía y Grecia. Hay 12 países donde más de la mitad de los jóvenes tienen un título universitario. Corea lidera el ranking con un 70% de jóvenes graduados. No importa mucho que nuestros graduados sean poco más que antiguos alumnos, todavía son muy pocos y, en cualquier caso, esas pocas buenas titulaciones no garantizan una sólida trayectoria profesional.
En Italia, la presencia de jóvenes en puestos directivos es un hecho raro para ambos sexos: Solo el 14% de los gerentes tienen menos de 40 años. Ese porcentaje debería duplicarse para acercar a nuestro país a la media europea (31%), pero hay países como Bélgica e Irlanda que lo triplican, o como Rumanía, donde uno de cada dos consejeros delegados tiene menos de 40 años. Además de los jóvenes, hay muy pocas mujeres en puestos directivos: son solo el 27 % frente al 34 % del promedio de la OCDE, y aunque no somos exactamente los últimos, en realidad hay muchos países que están por delante de nosotros. La presencia de mujeres en Suecia, Estados Unidos y Polonia supera el 40%, y en Francia, España, Canadá, Finlandia y Hungría supera el 35%.
Queda una última consideración: hay países donde se utiliza un título para un puesto directivo: por ejemplo, el 84% de los directores generales en Finlandia son graduados, el 77% en Francia, el 69% en Bélgica, el 68% en España, etc.; De media, más de la mitad de los directores ejecutivos europeos son licenciados (62 %). Esta norma no se aplica en Italia, e También estamos últimos en este ranking (27%).
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