En la Misa de Pentecostés del Regina Caeli, el Papa explica detalladamente lo que ya se subrayó en la homilía de la Misa celebrada en la Basílica de San Pedro. La invitación debe ser “ecos de la dulce voz del consuelo de unos para otros”, porque decir una palabra amable está al alcance de todos, y “es más fácil que las maldiciones y la ira”.
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
El Espíritu Santo es testigo del “hermoso diálogo en el que el Padre y el Hijo se expresan su amor mutuo”. regina kylie El Papa Francisco identifica a la tercera persona de la Trinidad en Pentecostés.
El Espíritu nos repite las palabras transformadoras del amor
El Papa dice: “El Padre nos habla con palabras Que expresan sentimientos maravillosos, como el cariño, la gratitud, la confianza y la compasión. Destacó que existe “una relación tan hermosa, luminosa, tangible y duradera como el amor eterno de Dios”. sonido de “palabras transformadoras de amor”, el foco de “agradables de escuchar”. Estas palabras “porque generan y crecen en nuestros corazones los mismos sentimientos y las mismas intenciones”.
Por eso es importante que nos nutrimos cada día de las palabras de Dios, de las palabras de Jesús, inspiradas por el Espíritu. A menudo digo: lea parte de la Biblia, lleve una Biblia pequeña en su bolsillo y llévela con nosotros.
Escuchar la Palabra de Dios silencia los chismes
Francisco cita al sacerdote y poeta Clemente Ribora -y no es la primera vez que recurre a sus obras literarias- que escribió en su diario, hablando de su conversión: “¡Y la palabra hizo callar mi charla!”. (la biografía). De ahí la enseñanza que de ella deriva: leer la Biblia, meditar en ella y orar en silencio. Destaca en particular la importancia de la adoración sencilla y silenciosa, y de “hablarse palabras amables unos a otros, decirlas en el corazón para que puedan decirlas a los demás, y luego repetirse unos a otros la dulce voz del Consolador”. , el espíritu «.
La Palabra de Dios silencia nuestra charla superficial y nos hace decir palabras serias, hermosas y alegres. “¡Y la palabra silenció mi charla!” Escuchar la Palabra de Dios silencia los chismes.
La oración y las palabras amables son más fáciles que maldecir.
Como es habitual, el Papa hace algunas preguntas para que todos se pregunten el camino para crecer en su relación con Dios:
aLeer y meditar la Biblia, orar en silencio y decir palabras amables no son cosas difíciles, no: todos podemos hacerlo. Es más fácil que insultar y enfadarnos…y entonces nos preguntamos: ¿Cuál es el lugar de estas acciones y palabras en mi vida? ¿Cómo puedo desarrollarlos para escuchar mejor al Espíritu Santo y convertirme en Su eco para los demás?
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