¿Con qué frecuencia debes lavar tus sábanas en verano? ¡Esto es lo que definitivamente debes saber para evitar problemas de salud!
Las normas de higiene son fundamentales para evitar el contacto Gérmenes y bacterias De todo tipo. Cada día estamos expuestos a más y más innumerables cantidades de microbios que son realmente imposibles de ver a simple vista. ¿Sabes cuánto hay en nuestra piel en cambio? Estamos hablando de más de un billón de bacterias sin tener en cuenta las que tratamos en nuestra vida diaria.
allá cuero Es el órgano más importante que actúa como barrera a los órganos internos y los protege de factores externos. En la superficie de la piel hay muchos microorganismos que contribuyen al microbioma de la piel. Estamos hablando de todos aquellos hongos, parásitos, bacterias, ácaros, o aquellos organismos que realizan diferentes funciones. Es por ello que es necesario seguir las correctas normas de higiene.
Asimismo, adoptar buenos hábitos como cambiar las sábanas con frecuencia también puede ser una forma de proteger nuestra piel. Sobre todo en verano cuando suben las temperaturas, pero también se multiplican las posibilidades de sudar y los microbios y bacterias se multiplican a cierta velocidad. En este sentido, nos preguntamos ¿Con qué frecuencia hay que cambiar las sábanas? ¡Esto es lo que debe saber para protegerse!
Sábanas en verano: cada cuánto cambiarlas, la regla principal para evitar riesgos para la salud
Las alergias provocadas por los ácaros, el acné, el exceso de sebo, los resfriados y los dolores de garganta pueden ser algunas de las consecuencias negativas a las que nos podemos enfrentar al posponer el fatídico cambio de sábanas en pleno verano. A menudo lo subestimamos, pensamos que cambiar las sábanas al día siguiente no sabe cuáles son las consecuencias. Pero el hecho de que no veamos a simple vista cuántos microbios y bacterias hay en nuestras hojas no significa que no estén allí.
Cuando descansamos en paz, las células de nuestra piel se renuevan. Hay innumerables células muertas que se depositan en las superficies y en este caso en nuestros papeles.
Si entonces pensamos que en plena época estival los gérmenes y las bacterias se multiplican más rápido debido al calor y al sudor que actúan como «vehículo» de transmisión del movimiento, podemos muy bien imaginarnos lo importante que es prestar atención a estos pequeñas reglas de higiene. . Pues si en invierno solemos cambiar las sábanas cada 10 días (excepto cuando estamos enfermos en cuyo caso los tiempos son mucho más tempranos), durante el verano sería beneficioso y saludable cambiar las sábanas al menos Una vez a la semana (excepto en los casos en los que sudamos en exceso en cuyo caso sería mejor cambiarlo de nuevo) Mientras que la funda de la almohada debe cambiarse Al menos dos veces a la semana.
El lavado de sábanas también es básico, y debe hacerse entre 40 y 60 grados para eliminar gérmenes y bacterias. Luego, una vez lavado y perfumado, podemos colgarlo al aire libre pero no en contacto directo con el sol. Una vez seco, podemos plegarlo y volver a colocarlo. ¡Listo para usar en su próximo cambio de sábanas! ¿Y lo sabías?
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