En un período aún caracterizado por serias dudas sobre el mundo del trabajo y la economía, y cuando la peligrosa situación sanitaria provocada por la epidemia ha hecho añicos las alas, todavía es posible intentar mirar hacia el futuro con cierto grado de positividad, Descubriendo oportunidades de desarrollo también a nivel local que puedan traer un soplo de aire puro cuando la emergencia Covid-19 pueda considerarse finalmente cerrada.
Entre estas nuevas perspectivas, hay un desarrollo relacionado conEcoturismo, Que brinda unas vacaciones que combinan elementos de entretenimiento, culturales y ambientales, destinadas a una generación cada vez más sensible a los temas de sustentabilidad.
El término «ecoturismo» se remonta a 1987, cuando Héctor Ceballos-Lauscaura lo definió, durante una conferencia de la OMT en México, como «Viajar en espacios naturales no perturbados y relativamente no contaminados con el objetivo de estudiar y disfrutar de los paisajes naturales y formas de vida animal y vegetal, promoviendo la conservación, favoreciendo la participación socioeconómica beneficiosa y efectiva de la población local y siempre tratando de minimizar el impacto negativo de Una visita«.
Antes de la crisis pandémica, el ecoturismo también era un sector en auge en Italia, habiéndose establecido inicialmente en el continente americano. ¿Cuáles son las razones que impulsan a los turistas a elegir unas vacaciones en contacto con la naturaleza? Es evidente que la relación con el medio ambiente y la región, y las oportunidades asociadas con una mayor tranquilidad y hospitalidad y el descubrimiento de las tradiciones culturales y populares y la cocina local. Entre las actividades más populares se encuentran no solo visitar lugares, sino también observar plantas y animales, y practicar deportes de aventura.
El concepto de ecoturismo está relacionado con el concepto Museo AmbientalEs un modelo de «museo de identidad regional», que se diferencia de un museo tradicional, porque está diseñado no para preservar una «parte», sino sobre todo el patrimonio cultural, las tradiciones y las formas de vida de toda una región y sus residentes. . Los museos ambientales en Italia giran en torno a cuatro elementos: colección, actividad humana (cultura material y artesanía), medio ambiente (en el sentido geográfico y ecológico) y sociedad (en un sentido etnográfico). En torno a estos elementos se implementan iniciativas y proyectos de fortalecimiento de las regiones para incrementar su competitividad.
Nuevos escenarios y nuevas figuras profesionales podrían representar una gran oportunidad para desarrollar los círculos turísticos nacionales e internacionales, cuando la movilidad finalmente quede libre de las cadenas del Covid-19.
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