Massimo D’Alema transformó su consultora, DL&M Consultant, que había abierto tras dejar la vida política activa y que le había causado algunos problemas legales al mediar en la venta de Fincantieri y Leonardo al Gobierno de Colombia. La sociedad continúa prestando servicios de asesoramiento, pero se modifica el artículo 3 de los Estatutos Sociales para permitir también la adquisición de acciones y el negocio inmobiliario.
Los estados financieros de 2022 del asesor DL&M de D’Alema cerraron con un beneficio de 393.807 €, frente a los 581.697 € del año anterior. La facturación también cayó desde poco más de un millón hasta los 820.881 euros, de los que 24 euros se fabricaron en Suiza. El negocio inmobiliario aún no ha comenzado, mientras que hubo una primera toma de control con la nueva misión del holding. Pero todo sucedió en casa.
De hecho, la consultora DL&M se convirtió en accionista minoritario de la empresa agrícola La Madeleine SS, que elabora los vinos D’Alema. Por 740.000€, el 30% del capital fue adquirido por la Secretaría del Fondo de Inversión SCSp Glass que entró en la fase de lanzamiento de la empresa agrícola. Ahora todo el capital está en la familia, dado que los otros accionistas son su esposa Linda Gioffa y sus hijos Giulia y Francesco D’Alema. Sin embargo, la señora Linda dejó de estar al frente del departamento de licores, quien renunció, encomendando el cargo de socia directora a su hija, Julia, nacida en 1986.
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