Fue la mano de dios reconsiderando películas en Paolo Sorrentino Con Filippo ScottiY Tony ServilloY Teresa SabonangeloY Marlon Joubert NS Luisa Ranieri
22 de junio de 1986, Ciudad de México.
Italia fue eliminada del Mundial hace cinco días, pero parece que el Nápoles lo ha olvidado por completo. La ciudad está alborotada por otra selección nacional, y específicamente por un jugador de esa selección: Diego Armando Maradona. Es el día en que marcará el legendario y ampliamente discutido gol de mano contra Inglaterra, el día en que demuestre una vez más que está hecho de la misma esencia de Dios.
Es uno de esos momentos imposibles Paolo Sorrentino Extraído de su archivo magnético para la preparación de la liturgia secular Fue la mano de dios, una historia autobiográfica íntima y extensa que apesta a un presupuesto medio antes de seguir adelante con su carrera cinematográfica.
Su sabor es inevitable, una barriga mezclada con lágrimas y emoción y que se deja reposar el tiempo necesario antes de que se convierta en una necesidad. Una levadura que dura al menos veinte años si la consideramos un punto de inflexión el hombre extraPero aumenta significativamente con respecto a la vida anterior. Todo encontró su lugar, cada pieza funcional del mosaico. No tiene por qué estar bien, como la tía ardiente y andrajosa que está actuando Luisa RanieriPorque el cine es siempre una fantasía de la realidad.
Cada figura estilística y objetiva que caracteriza la visión del director de Nápoles se remonta y vuelve a la fuente que le dio origen. Familia napoli Maradona Es la raíz de la inspiración del artista y el caleidoscopio del hombre de color. Son la respuesta a lo que la salida Antonio Spagnolo pregunta el joven Fabito Chisa (Filippo Scotti) que pone al cine en su futuro: «¿Qué es lo que realmente tienes que decir? «
Fue la mano de Dios la que hizo la realidad menos deprimente y menos empobrecida, conjugando la sabiduría popular de uno de los personajes con la que convocó Fellini. Una lectura emocional de la realidad y sus acontecimientos en curso ha vinculado una vida como tantas otras a un personaje más grande y poderoso para encontrar significado y redención. Hay quienes se aferran a Dios DiegoY Paolo Sorrentino En caso de duda, simplemente nos mostró su roca muy personal, su revolución.
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