Los síntomas comunes como dolores de cabeza, hormigueo en las manos y náuseas pueden ser espías que indiquen la presencia de diversas afecciones.
En primer lugar, puede estar relacionado con una deficiencia importante en nutrientes valiosos como algunas vitaminas, Un ejemplo es la vitamina B12. Pero también pueden ser señales de advertencia de enfermedades más importantes. Más simplemente, también puede referirse a cambios repentinos en la presión arterial, deshidratación o el resultado de un ayuno prolongado.
Los mareos, las náuseas y el hormigueo en las manos pueden no indicar una enfermedad grave, pero pueden ser síntomas de este trastorno muy común.
Además de ser espías para enfermedades importantes, estos sintomas Pero también parece ser común en una enfermedad muy común como el dolor de cuello.
El dolor de cuello es una inflamación que se propaga desde las vértebras cervicales. Estas siete vértebras permiten el movimiento de la cabeza y el cuello.
Cuando se inflama, tiende a crear muchas molestias, incluido el dolor que se extiende desde la parte posterior del cuello y, en algunos casos, se extiende hasta los brazos. En casos severos, los espasmos musculares se vuelven tan severos que impiden el movimiento del cuello y la cabeza.
Los síntomas más comunes asociados con el dolor de cuello parecen ser mareos, náuseas y hormigueo en las manos. Además, una sensación de pérdida de orientación o cualquier otro estado de inestabilidad también es un síntoma común.
Causas de la inflamación
El dolor de cuello es una inflamación causada por varios factores. En primer lugar, pasar horas con la cabeza baja para mirar el teléfono es una de las condiciones que pueden generar y exacerbar este trastorno.
Un estilo de vida sedentario es una de las razones más comunes para el desarrollo de este trastorno. Además, el sedentarismo empeora la condición muscular. De hecho, los músculos se volverán menos fuertes y no soportarán adecuadamente la columna vertebral.
Hacer algunos ejercicios mal o forzar ciertos músculos puede aumentar la inflamación. Un aspecto esencial para minimizar esta posibilidad tanto como sea posible es el estiramiento previo al entrenamiento.
Otro aspecto esencial relacionado con los dientes, la mala oclusión dental puede derivar en trastornos de dolor de cuello. Cuando hay una mala oclusión de los dientes, los músculos faciales se contraen de manera diferente, dando como resultado una falta de equilibrio que también puede afectar al canal cervical y a toda la columna.
Por último, pero no menos importante, el estrés. Los periodos emocionalmente estresantes pueden hacer que aparezca este malestar. El estrés, de hecho, ayudaría con los calambres musculares.
«Escritora exasperantemente humilde. Empollón devoto del café. Comunicador. Especialista en redes sociales».