El presidente argentino, Javier Miley, confirmó hoy que su gobierno no asumirá nueva deuda externa. Dijo que no quería «devaluar la moneda para destruir a los argentinos» y también anunció cambios radicales en el presupuesto nacional para garantizar un déficit cero.
«Nuestra metodología se llamará ‘déficit cero’ e implica que el resultado fiscal sea cero, para que la Argentina deje de endeudarse», afirmó. Milley también elogió a sus ministros, calificándolos de “gigantes”, destacando que su modelo económico es conocido en el mundo como el “milagro argentino”, en referencia a los elogios que hizo hace unos días el expresidente estadounidense Donald Trump.
«Nadie quiere más que yo abolir el tipo de cambio fijo», añadió en el Consejo de las Américas -un foro empresarial-, pero explicó que hacerlo sin resolver los problemas de fondo generaría un «problema mayor».
Según estimaciones del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), en el primer trimestre del año la pobreza en Argentina alcanzó el 55% de la población, el nivel más alto desde 2002. Los niños son particularmente afectados, 1,8 millones en el mundo. El primer semestre de 2023, un aumento de 250.000 respecto a 2022, según un informe de UNICEF publicado el pasado lunes.
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