El Vaticano se despide de la corrupción. O al menos lo intenta. El Papa Francisco emitió una nueva ley para los líderes del Vaticano, basada en los jefes de departamento, los líderes seculares y todos aquellos con funciones administrativas. Tendrán que firmar una declaración anticorrupción, En el momento del empleo y luego cada dos años. En particular, tendrán que anunciar No tener condenas firmes en su contra, en el Vaticano o en otros países, porque no se benefició del derecho a la reparación, al indulto o al indulto, y no se determinó.
Y no solo. Los funcionarios del Vaticano también deberán certificar que no tienen ningún proceso penal pendiente y que No son investigados por su participación en una organización criminal.O corrupción, fraude, terrorismo, blanqueo de capitales, explotación de menores, trata o explotación de personas, o evasión o evasión fiscal.
La Secretaría General de Economía realizará los controles necesarios. Y en el caso de declaraciones falsas, La Santa Sede puede expulsar a una persona dependiente Y podrá reclamar una indemnización por los daños sufridos. Otra novedad interesante para los empleados tiene que ver con los regalos: a partir de ahora serán Está prohibido aceptar «obsequios u otros beneficios» superiores a 40 euros. El Papa Francisco también explicó por qué emitió estas nuevas reglas. En particular, declaró que los funcionarios del Vaticano «tienen una responsabilidad especial de concretar la sinceridad de la que habla la Biblia, Trabajar de acuerdo con el principio de transparencia y la ausencia de cualquier conflicto de intereses.«.
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