Gracias a una serie de análisis refinados llevados a cabo en los laboratorios del Centro de Microscopios y Microanálisis (CM2) y el Laboratorio ஆராய்ச்சிTomo de la Infraestructura de Investigación de Estrellas de la Universidad de Calabria, se cartografió la estructura de los opsidianos. Establecer cómo afecta el complejo volcánico del estado de Hidalgo en el centro de México, la Sierra de las Navajas y algunas propiedades macroscópicas importantes.
La apsidia es una roca volcánica de vidrio que se forma tras el repentino enfriamiento del magma rico en sílice y es muy viscosa durante una erupción o erupción. La mayoría de estos espejos volcánicos aparecen macroscópicamente negros y brillantes, pero no es raro ver especímenes con propiedades de color muy diferentes. Por ejemplo, algunas obsidianas formadas en la historia de las erupciones de la Sierra de los Navajas son más o menos densamente verdes con reflejos dorados, a veces distribuidas uniformemente, mientras que otras son bandas de intensidad variable.
Como informó recientemente el estudio Publicado en Revista Minerales, Estas diferencias no están relacionadas con la composición química de las muestras. Las mediciones realizadas por la microprotección electrónica (EPMA) de CM2 sugirieron que el color verde dependía más del contenido de hierro (especialmente del ion de hierro) que los opiáceos negros más comunes, pero al mismo tiempo, diferentes partes de la muestra y diferentes muestras en color. – contenían compuestos químicos casi idénticos. Aparecieron.
Entonces la razón de esto hay que buscarla en otra parte, está en la estructura específica de los abscesos, que se caracteriza por la presencia de pequeñas burbujas («vesículas») que se forman cuando el gas queda atrapado en el magma durante la fase de solidificación. Los análisis microtomográficos de rayos X del microscopio electrónico de barrido (SEM) de CM2 y del laboratorio STAR permitieron reconstruir su forma, tamaño y distribución, respectivamente, en la superficie y en la muestra.
Las ampollas de unas pocas decenas a unos pocos cientos de micrómetros de largo (más o menos del grosor de un cabello humano) pueden redondearse o aplanarse, distribuirse aproximadamente y en direcciones opuestas. Las zonas superficiales donde abunda aparecen de color verde pálido, mientras que las zonas no vesiculosas o con algunas burbujas distribuidas de forma tosca son de color más oscuro. El aspecto discontinuo de algunos especímenes refleja su distribución en bandas que están en diferentes direcciones, mientras que el mismo patrón aparece mucho más oscuro en las superficies perpendiculares a la dirección longitudinal de las vesículas y más claro en paralelo.
Salvo los muy oscuros, todos los modelos destilan un brillo dorado único. Una vez más, la formación de vesículas juega un papel importante. La alta concentración de vasos «grandes» dispersa la luz uniformemente en todas las direcciones y da una apariencia uniforme. A medida que la concentración disminuye, el matiz variará con la variación del ángulo de la luz. A concentraciones muy bajas, el absceso se vuelve más oscuro y menos reflectante.
La presencia de vesículas también afecta a las propiedades mecánicas: si son numerosas, planas y preferentemente planas, la fractura del vidrio se produce de forma más plana que las superficies curvas (la fractura típica de las absidianas oscuras es más bien cónica).
El uso de las apsidias en poblaciones antiguas depende de las características físicas y cromáticas de un grupo diverso formado por investigadores de la Universidad de Calabria, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. Su textura microscópica: tipo oscuro, raramente vesiculado, preferido para armas y herramientas cortantes, para palpar objetos rituales y joyas, se utilizó principalmente el tipo vesiculado, con reflejos verdes y dorados brillantes. Profundizando en el estudio de la vesicularidad, es posible obtener información valiosa en el futuro que permitirá a las Absidianas completar una reconstrucción de su historia pre y post-erupción, desde el proceso de formación hasta su lento decaimiento.
En las fotos
- Sierra de las Navajas Modelo en obsidiana, de color verde y dorado casi idénticos y reflejos en contraste
- Imagen de microscopía electrónica de una banda muy vesiculada en la superficie del absceso asociada a la zona verde claro.
- Distribución de vesículas dentro de la muestra de absidiana obtenida por análisis microdomográfico de rayos X
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