El nuevo motor de cuatro cilindros y 2.0 litros entrega 333 caballos de fuerza. Tracción total, con diferencial abierto en la parte delantera y sistema de vectorización del par en la parte trasera. Mejor rendimiento pero sin fuerza bruta; El Golf sigue siendo deportivo pero sin extremos
¿Quién hubiera esperado una revolución de lo nuevo? Volkswagen Golf REstará decepcionado. Quienes esperaban un coche más potente, más tecnológico pero aún apto para todo tipo de uso, desde el deportivo (no extremo) hasta el urbano, acogerán su llegada con aplausos. Por el momento sólo es posible ver una versión camuflada, que condujimos en Alemania, en las carreteras alrededor de Lausitzring, que también recorre algunos kilómetros en las autopistas alemanas, donde, al no haber límites de velocidad, pudimos Presione con fuerza el acelerador y verifique el rendimiento de la última versión del motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros.
92 CV en 22 años
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La historia del Golf R comenzó en el verano de 2002, cuando debutó la versión R325, equipada con un motor capaz de producir 241 CV. Hoy, Volkswagen ha ido mucho más allá, pues el motor del nuevo Golf R promete 333 caballos, potencia que pone a esta versión en competencia directa con los principales deportivos de su clase. No hablamos de récord, porque en 2022 Volkswagen presentó una versión especial del Golf R 20 Años equipada con un motor 2.0 Tfsi de 333 CV, que ahora se produce en (grandes) series. Pero ten cuidado; Volkswagen ha aumentado sus prestaciones, manteniendo la facilidad de conducción y, sobre todo, la facilidad de uso, características muy importantes incluso para los Golf más deportivos.
Cuatro es mejor que dos
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El Golf R, a diferencia del GTi Clubsport (que sigue siendo el más deportivo de los Golf con tracción delantera), tiene tracción total 4Motion. Delante hay un diferencial abierto combinado con XDS (tecnología que reduce la velocidad de las ruedas a través del sistema de frenado); En la parte trasera hay vectorización del par, es decir, un diferencial autoblocante que funciona mediante dos paquetes de embrague accionados electrónicamente (uno para cada medio eje). No hay diferencial central, por lo que la distribución de la tracción es 50% delantera y 50% trasera.
Cómo está yendo
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El prototipo que pilotamos, uno de los que se utilizaban para realizar pruebas en el antiguo Nürburgring, estaba equipado con jaula antivuelco y asientos de carreras, por lo que no tiene sentido hablar del puesto de conducción. Sin embargo, el motor, la caja de cambios DSG y la configuración eran específicos, por lo que es posible explicar qué cambió. La entrega, regular y plena desde bajas revoluciones, ha sido siempre uno de los puntos fuertes del Golf R. El aumento de potencia no ha hecho que este cuatro cilindros sea más «afilado», al contrario, ahora a medias revoluciones hay más «hacia atrás». Y esto ayuda mucho en la aceleración, donde el efecto volante se mantiene alto, opción que hace que la respuesta del acelerador sea muy progresiva. El Golf R es potente, pero sin mirar el velocímetro es difícil notar su impresionante rendimiento. En carretera, se alcanza en poco tiempo los 230 km/h, y la suspensión DCC (controlada electrónicamente) garantiza siempre un excelente nivel de confort. Sólo seleccionando la configuración más deportiva la configuración se vuelve realmente firme, manteniendo al mismo tiempo un ligero subviraje, que ayuda a comprender los límites del coche. Lo mismo ocurre con los frenos. No falta potencia, pero hay que pisar fuerte el pedal para conseguirla.
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