Bueno, Wild Thang es de hecho el perro más feo del mundo, pero ¿quién decidió eso y cómo llegamos a esta conclusión?
En una competencia que celebra la individualidad que trasciende la estética tradicional, Wild Thang, un perro pequinés de 8 años, fue nombrado el «perro más feo» del mundo en la edición 2024 de la competencia celebrada en California. Este evento anual, en su 50ª edición, contó con la participación de numerosos perros distinguidos por sus características físicas.
Wild Thang no sólo es un ganador por su apariencia inusual sino también por su increíble historia de supervivencia. Cuando era cachorro, enfrentó un caso severo de tuberculosis que dejó marcas imborrables en su cuerpo, afectando su desarrollo y provocándole problemas en los dientes y en una pata. A pesar de estos desafíos, Wild Thang demuestra que la belleza va más allá de la apariencia física.
El perro más feo del mundo: el ganador y otros campeones del concurso
El segundo lugar lo obtuvo Roma, un perro de 14 años que logró conquistar el corazón de los jueces y del público con su inconfundible encanto. Daisy May, una raza mestiza blanca con una historia igualmente conmovedora, obtuvo el tercer lugar. Cada participante trajo al escenario no sólo su propia idiosincrasia estética, sino también historias personales de resiliencia y afecto.
Los organizadores destacaron que el «Perro más feo del mundo» no debe interpretarse como un evento para burlarse de los perros por sus defectos físicos. El objetivo es celebrar el amor incondicional que brindan estos animales y fomentar la adopción de perros menos afortunados. El concurso pretende servir como recordatorio para mirar más allá de las apariencias externas y reconocer el valor intrínseco de cada ser.
Anne Lewis, la orgullosa propietaria de Wild Thang, recibirá un premio en efectivo de $5,000 en reconocimiento a su dedicación al cuidado y amor de este animal especial a pesar de sus desafíos físicos. Además, ella y Wild Thang serán estrellas invitadas en The Today Show de NBC, donde tendrán la oportunidad de compartir su extraordinaria historia con millones de espectadores.
La victoria de Wild Thang en el concurso del perro más feo del mundo nos recuerda que todo animal merece amor, independientemente de su apariencia exterior. Esta competencia anual proporciona una plataforma para celebrar a los animales que a menudo se pasan por alto o se consideran menos atractivos según los estándares tradicionales pero que poseen una belleza interior incomparable. La historia de los participantes ilustra lo importante que es promover valores como la aceptación y la empatía en nuestra sociedad.
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