Rusia seguirá desarrollando sus armas nucleares. Vladimir Putin envía un nuevo mensaje a Occidente y en 24 horas vuelve a hablar de armas atómicas. Tras plantear la posibilidad de modificar la doctrina nuclear, el presidente ruso se refirió a los “nuevos planes”. El líder del Kremlin dice que los planes de Moscú incluyen «un mayor desarrollo de la tríada nuclear», una combinación de misiles que pueden ser lanzados desde tierra, mar y aire desde silos, submarinos y bombarderos estratégicos.
«Nuestros planes incluyen un mayor desarrollo de la tríada nuclear como garantía de disuasión estratégica y equilibrio de poder en el mundo», dijo Putin durante una reunión con graduados de instituciones de educación militar superior. “Aumentaremos las capacidades de combate de todas las fuerzas armadas y pondremos el orgullo de nuestros diseñadores e ingenieros al servicio” del aparato militar.
Las cartas de «dos caras» del zar.
Como suele suceder, los mensajes enviados desde Moscú son contradictorios. Putin, que se ha mostrado abierto a realizar cambios en la doctrina nuclear, descarta la posibilidad de que Rusia lance un “ataque preventivo”. Por otro lado, Putin afirmó en el reciente foro económico de San Petersburgo que «nunca envió tal mensaje». Las armas nucleares, como dice el principio, “sólo deben utilizarse en casos excepcionales y hasta ahora no se ha producido tal situación”. «Estoy de acuerdo en que el uso de armas nucleares podría acelerar el logro de los objetivos de Rusia, pero la salud del ejército ruso en el frente es más importante».
Para completar el cuadro de la “doble cara”, en las últimas horas se repiten las palabras de Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, que destaca los conceptos expresados por Putin en la última ronda entre Corea del Norte y Vietnam y propone una apertura condicional de la diálogo. «El presidente dijo que estamos dispuestos a dialogar con Estados Unidos… pero sólo para un diálogo integral», dice Peskov. Este diálogo debería tener una base amplia e incluir la crisis ucraniana dada “la participación directa de Estados Unidos en este conflicto”.
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