(ANSA) – Madrid, 23 de agosto – Miles de peces y crustáceos siguen muriendo en las marismas de Mar Manor, en el sureste de España, desde principios de la semana pasada: una emergencia que ha provocado la máxima alerta entre ambientalistas y activistas medioambientales.
Según la última información facilitada por las autoridades locales y los informes de los medios ibéricos, ya se han recogido al menos 4,5 toneladas de peces y otras especies muertas, lo que es más que en 2019, cuando se produjo otro episodio grave de muertes de peces. (Luego recogió 3 toneladas). «Sin duda, el número de muertos fue significativamente mayor», dijo a la radio Ser Pedro García Catena, portavoz de la Asociación de Activistas de la Naturaleza del Sureste.
Se están investigando las causas del fenómeno observado: se teme que, al igual que el número de muertos de 2019, sea una anoxia (falta de oxígeno) y un fenómeno similar a la presencia de sustancias nocivas para los peces en el agua.
Durante años, los grupos ambientalistas que operan en la zona han denunciado cómo el agua de Mar Manor está sujeta a episodios de contaminación causados por actividades agrícolas intensivas en las áreas alrededor del estanque. Expertos del Instituto Español de Investigaciones Oceánicas están investigando lo que está sucediendo.
Las personas que estaban de vacaciones en el área afectada se ofrecieron como voluntarios para traer algunos de los peces restantes de la playa a áreas con agua limpia (en la mano).
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