La enfermería ya no es atractiva, las enfermeras extranjeras eligen otros países para trabajar
En la década de 1990, el salario medio de un trabajador era de 1.100.000 liras (unos 550 euros).
Una enfermera que empezó su camino a los 16 años, con una escuela regional de 3 años, puede ganar alrededor de 2.000.000 de liras a los 19 años.
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El coste de la vida era sostenible y se necesitaban aproximadamente 80 millones de liras (equivalentes a 40 salarios) para comprar una casa.
Hoy en día un trabajador puede ganar unos 1.400 euros, y una enfermera con una titulación de al menos 22/23 años, una vez contratada, puede ganar unos 1.400/1.600 euros.
El coste de la vida ha aumentado considerablemente, para comprar una casa se necesitan al menos 160 mil euros (equivalentes a 100 sueldos).
Las responsabilidades profesionales han aumentado significativamente y la información publicada destaca cada vez más la escasez crónica de personal que conduce al incumplimiento del Contrato Nacional de Empleo, ya que la escasez de personal obstaculiza parte de su implementación.
Muchos compañeros recomiendan encarecidamente a las nuevas generaciones que no ejerzan esta profesión porque han visto el colapso de sueños y expectativas, transiciones estresantes, niveles muy altos de burnout y un relativo deterioro de la calidad de vida, lo que es un aspecto completamente opuesto a lo que sucedió en décadas anteriores donde la esperanza de las generaciones futuras era una profesión próspera que despertaba esperanza en todos, aconsejó a familiares y amigos ejercer esta profesión.
Nos preguntamos ¿cómo podemos ignorar todo esto?
¿Es realmente tan difícil realizar un análisis de este tipo y descubrir pruebas tan claras?
Era necesario llegar a este punto y ver pasillos cada vez más vacíos, y carreras que ya no veían inscripciones masivas para las pruebas de acceso, donde el ingreso exigía una puntuación muy alta.
Ya no es posible contar la terrible sentencia a las generaciones futuras, porque la sentencia casi ha llegado.
Para abordar todo esto, basta con que juntos alcancemos el objetivo único, que es salvar la profesión y así garantizar la salud de los ciudadanos y de los trabajadores existentes.
Basta de recetas inútiles para aumentar las capacidades de unos pocos, no es sólo una cuestión de toda la clase de enfermería, sino también del resto de los trabajadores de la salud, que necesitan un justo reconocimiento y respeto a los horarios de trabajo para ejercer esta profesión.
Movimiento perpetuo de enfermeras
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