La responsabilidad de la ciencia (y la responsabilidad de todos) ante la crisis ambiental

Serena Giacomin, ¿cómo crees que debería expresarse el compromiso social y político de los científicos ante la emergencia climática?

La ciencia siempre ha jugado un papel crucial desde el punto de vista social y económico. Es importante, ante todo, redescubrir y apreciar esta centralidad, y reconocer la investigación científica como una herramienta de gran valor para comprender la dirección en la que debemos dirigir nuestros esfuerzos y cómo mejorar nuestra sociedad.

El papel de un científico individual se puede expresar de diferentes maneras. La comunicación es una vía posible, pero no la única. Naturalmente, es importante que todos aquellos que se dedican a la investigación tengan clara conciencia de la importancia de saber comunicar los resultados y los métodos de su trabajo. Incluso si el científico no quiere dedicarse directamente a la comunicación, es importante que sea sensible a las necesidades de esta última para hacerla más eficaz.

El mundo en el que vivimos se caracteriza por fronteras borrosas y mal definidas: entre hechos y valores, entre ciencia y política, por ejemplo, ya no existe una división clara. ¿Cómo se puede hacer y comunicar ciencia ante problemas de complejidad e incertidumbre?

Darse cuenta de esta indeterminación es el primer paso. Entonces debemos comenzar a cultivar una “cultura de la incertidumbre”: expresar incertidumbre y complejidad no es fácil, pero abandonar esto no es una opción viable. Tendremos mucho que perder.

Por otro lado, reconocer el papel político de la ciencia significa volver a ver los datos proporcionados por la ciencia como una herramienta incidentalmente útil, en lugar de reducirlos a la bandera de un único partido político.

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Sin embargo, en cuanto a la forma en que se transmiten estas declaraciones, hoy se baraja una narrativa preferida: enfrentarse una perspectiva contingente y derrotista por un lado, y un enfoque realista pero positivo por el otro. ¿Cuál de los dos métodos prefieres?

Creo que hoy es necesario cambiar la narrativa sobre la crisis climática. Deberíamos intentar interpretar los datos de la investigación científica como una herramienta para la acción. Esto significa ir más allá de la emoción y de la mera conciencia, lo cual es necesario pero no suficiente.

Por supuesto, no podemos abandonar la detección e interpretación de datos cada vez más alarmantes sobre el desarrollo de la crisis medioambiental. Sin embargo, es importante que al brindar esta información también se reporten noticias positivas, ejemplos virtuosos y posibilidades de negocios. El objetivo de este tipo de comunicación es evitar la inactividad, la pasividad dictada por el miedo y los sentimientos de impotencia que pueden ser más dañinos que la negación climática. Para combatir este sentimiento de impotencia es necesario proponer una narrativa proactiva, que nos impulse al cambio y demuestre que otro mundo es posible.

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