Roma, 29 de agosto. (Ascañoz) – Cientos de personas se manifestaron en Madrid contra el machismo, en apoyo a la selección femenina de fútbol y en especial a la jugadora Jenny Hermoso que fue besada en la boca sin su consentimiento y a la vista del mundo durante la entrega de premios tras ganar el título mundial. Trofeo del Presidente de la FIFA Luis Rubiales.
«SeAcabò», «Se acabó», es el lema de batalla que ha llegado a las canchas de los estadios de fútbol. La fiscalía abrió una investigación por agresión sexual contra Rubiales, quien se negó a dimitir.
«Desde el primer momento la respuesta social fue unánime. Estábamos todos unidos. Todo esto ya no es normal. El consentimiento es central. Sólo el sí es sí. Y eso es gracias al impulso que ha tenido el feminismo en los últimos años», afirma Arancha López del Comité 8M, una red de defensa de derechos Mujer: «Invadí las calles para gritar que sólo el sí es sí, y que las calles y los estadios (de fútbol) también son nuestros».
“Puede parecer que este movimiento y peticiones de los jugadores surgen de la nada y son un estallido repentino – explica una de las manifestantes, Carlota Álvarez, investigadora – pero la realidad es que desde hace más de un año llevan pidiendo mejoras tanto en En términos económicos, tanto por el trato que han recibido en el vestuario, o el entendimiento con los entrenadores, como por el comportamiento de la federación hacia ellos.
«No fue un beso consentido – confirma Iria González, portavoz del 8M – fue una agresión».
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