Este es el pedido de la Conferencia Episcopal Mexicana, en nota difundida ayer, firmada por el presidente de la CEM, MGR. Rogelio Cabrera Lopez, Arzobispo de Monterrey, Secretario General MSGR Alfonso Miranda Cardiola, Virrey de Montreal y Jefe de Educación Semine y Pastoral Escolar, MGR. Enrique Díaz Theos, obispo de Irabuato. Según los obispos, la recuperación debe estar «basada en un diagnóstico serio, competente e integral» que recoja las realidades y voces de la educación pública y privada, aborde situaciones de desigualdad, responda de manera paulatina y solidaria a todos los millones de niños y niñas fuera del ámbito nacional. sistema educativo., Reuniendo a adolescentes y jóvenes ”.
Además, advierte que desde la perspectiva de que “el sector educativo es considerado una prioridad dentro de la política nacional”, es necesario brindar un programa de inmunización abierto a la sociedad civil. Se refiere a la gestión colectiva de un trabajo colectivo de responsabilidad, estratégica y solidaria que responde a las necesidades de la niñez, adolescencia y juventud del país.
Los obispos advierten: «Necesitamos un estado de bienestar genuino que principalmente proteja y promueva la educación, la salud, la seguridad y el bienestar de los niños» después del cierre de los centros educativos durante los últimos 13 meses debido a la epidemia Left out.
Para la iglesia mexicana, uno de los mayores desafíos para enfrentar las consecuencias de la crisis es darle vida al “contrato local de educación” en cada realidad, involucrando a líderes, maestros, padres, estudiantes y comunidad en general, incluyendo civiles y funcionarios de educación. Y asociaciones religiosas, entre otras cosas. Dentro de los compromisos de este convenio, es importante que toda comunidad educativa desarrolle protocolos de atención de salud adecuados.
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