Otro programa de «directores» olvidados

Recuperarla y burlarse de su salud mental: otra muestra de «directores» olvidados © nc

La pandemia ha tenido muchas consecuencias negativas en todos los ámbitos, desde el costo humano hasta la crisis política y económica. Sin embargo, más allá de estos datos preocupantes, hay una parte que a menudo se pasa por alto, y de la que tendemos a hablar un poco porque es menos clara: la salud mental.

De hecho, son muchas las personas que por diversos motivos ven debilitar su salud mental, lo que lleva a un completo aislamiento y enfermedades que pocas veces se tienen en cuenta.

En relación con esto, debemos preguntarnos y comprender cómo comportarnos en sociedad. Esto no sucede hoy: nos convertimos en espectadores desmotivados de sus tristes actuaciones. Representamos a una mujer satisfaciendo sus necesidades en el patio; También la atrapamos cuando arrojó las mesas al aire; Y fue fotografiado nuevamente, caminando por el corso Cavour, en calzoncillos y luciendo incapaz de comprender y desear, y en varias otras ocasiones. La víctima se convierte en la estrella curativa que rebota por milésima vez en las redes sociales. Ella es la actriz principal cuyo público improvisado es constantemente objeto de burlas, en medio de risas y humillaciones, como si todo fuera parte de una comedia o guión cuyo director, a su vez, es el protagonista sin querer molestar a otro, no menos peligroso.

En lugar de pensar en cómo podemos trabajar juntos para ayudarla y no incomodarla, simplemente exacerbamos la situación, convirtiéndola en un blanco fácil, en las calles y en las redes sociales. En cambio, tuvimos que preguntarnos: «¿Por qué estaba sola? ¿Quién se encarga de cuidar tu salud?» ¿O quizás la mujer, cuyo origen no es un misterio, ha sido abandonada como moldava? ¿Qué dicen los servicios locales al respecto? ¿Quizás, después de ser devuelta a su propio país, tendría derecho a recibir más cuidados y atención? «.

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El virus genera nuevas víctimas todos los días, incluso para los que aún están vivos. Los problemas de depresión, ansiedad y muchos otros trastornos mentales graves se multiplican, porque encuentran terreno fértil en tiempos muy difíciles. Y nuestra civilización se mide por esto: que evitemos ser la próxima víctima como chivo expiatorio, podemos enfrentarlo con insultos e insultos que no tienen fundamento, porque nos convertimos en verdugos de su condición.

Hay muchos nuevos pobres, la pobreza mental no es menos grave. Como tal, debería recibir la misma atención y trato. Pese a ello, los más desafortunados suelen caminar por las calles en soledad, con total indiferencia hacia los establecimientos, pero no por parte de la multitud ignorante, lista para otro «espectáculo».

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