Una oración para que María diga cuando estamos tristes

Cuántas dificultades cada uno de nosotros tiene que enfrentar cada día. María, nuestra Madre celestial, conoce bien el dolor de nuestra alma y nos da consuelo cuando más lo necesitamos.

A menudo nos sentimos solos, casi abandonados, sin saber a quién acudir. Y nos olvidamos que tú, desde allí, estás siempre a nuestro lado, apoyándonos y sabiendo siempre lo que nos conviene.

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Nuestra Señora, no nos dejes solos

Mirarla no sólo como la madre de Jesús, sino como la madre de cada uno de nosotros. María no nos dejó solos, especialmente en la hora de la prueba. El sabe cuando nuestra alma está herida, y cuando estamos angustiados Y cuando necesitamos ayuda.

Ella trabaja para ayudar a los cristianos, especialmente apoyando a los enfermos. Mira sólo cuando rezan el Santo Rosario: a pesar de su fatiga y sufrimiento, sienten la unión con él como en un cálido abrazo y sienten que el calor de su corazón los impregna.

María conoce y conoce todos nuestros miedos y todos nuestros miedos. Te encomendamos lo que nos persigue. También queremos acurrucarnos en ese seno de madre que nos alivia y calma el alma, muchas veces a merced de las olas, cuando pensamos que todo a nuestro alrededor está a punto de desmoronarse.

Nos estrechó la mano y no nos abandonó. Con un corazón lleno de fe y una mente abierta, llamemos esta oración.

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Oración a María contra el dolor

«María, Madre del Auxilio Cristiano, ruega por nosotros.

Oh Virgen Milagrosa, concede a todo aquel que te pida ayuda en el día de tu fiesta.

Ayuda a los enfermos, a los torturados ya los pecadores, a todas las familias ya los jóvenes.

María hace esto en todas las pruebas. de vida,

Estás ahí en toda circunstancia para ayudar a aquellos que desesperadamente piden tu ayuda.

Madonna el milagro hoy en el día dedicado a ti,

Para que puedas ayudar milagrosamente a todas las personas.

Aquellos que pasan por ciertos momentos de ansiedad, miedo y desesperación.

Mamá, Santísima Virgen

te confío mi corazón

Para que brille con paz y amor.

Te encomiendo mis miedos y mi dolor

Te confío todas las alegrías, sueños y esperanzas.

Quédate conmigo, María,

Para protegerme de todo mal

Todo es aflicción.

Quédate conmigo, María,

Para que nunca me falte esta fuerza

Oraciones por todas las familias, por todos los jóvenes y los enfermos.

Madonna el milagro me da coraje y humildad

siempre perdona.

Madonna el Milagro, te confío mi alma

Hasta que se convirtió en una mejor persona que yo.

Confiable».

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