Un tesoro de cristal de 2.000 años descubierto en Capraia por un robot submarino. Tenía 350 metros de profundidad.
El azul del mar era casi impenetrable a más de 350 metros de profundidad. La oscuridad parecía envolver todo y cada criatura. Pero la luz mostrada por Arthur, el nuevo prototipo del robot submarino Arcaio especializado en documentar y recuperar hallazgos en aguas muy profundas, dio una sorpresa inesperada en esas aguas italianas entre la […]